sábado, 11 de noviembre de 2017

Un pistolero en Westlands (Parte 1)

   Hace mucho tiempo, en una tierra diferente a la que habitamos actualmente, vivía un pistolero. La eterna noche en la que su mundo estaba envuelto, era la menor de sus preocupaciones. Desde hacia un par de días, unos antiguos amigos suyos lo habían perseguido sin parar, pues tenían la intención de saldar ciertas deudas que tenían pendientes. Sin embargo, el pistolero se había ocultado (de forma temporal, por supuesto) en los Terrenos Inexplorados, retrasando la búsqueda de sus ex-colegas. Así era la vida del pistolero, para bien o para mal. Traicionar a sus colegas y amigos era algo que éste era incapaz de evitar. Después de que sus conocidos no podían ofrecerle ninguna clase de aporte para sus propósitos, el sujeto los abandonaba de ser posible, y si no, los mataba con su mortífero revolver de ocho balas. Durante muchos años, estuvo repitiendo este proceso a lo largo y ancho del territorio de Westlands. Era extraño, pero seguía con vida. Por su forma de ser, muchos lo conocieron bajo un nombre que unos campesinos le pusieron: Slayer. 

   Aquella noche, se encontraba descansando en un campamento improvisado que había construido en una pequeña colina. Todo su alrededor estaba cubierto de una bruma realmente densa. No se podía divisar nada. Su HorTec yacía al lado de la fogata, en modo de hibernación. El pistolero no se atrevía a conciliar el sueño, decisión que un sitio tan inhóspito como lo son los Terrenos Inexplorados, resultaba sabia en verdad. Ubicados en el Éste de Westlands, los Terrenos Inexplorados eran conocidos como un área cuya extensión era un misterio. La niebla era mas pesada en ese lugar que en ningún otro sitio. Mas allá de las fronteras, criaturas horrorosas de aspecto indescriptible acechaban a los viajeros que se atrevieran a entrar allí, y no quedaron muchos testigos que contaran esas historias. Para muchos, solo eran cuentos para niños, pero el pistolero había dejado de ser uno desde varias décadas.

   A su alrededor, el augurio de seres extraños, ocultos en las tinieblas, era el recordatorio perfecto de porqué no podía permitirse ni el mas pequeño descuido. Con cierta regularidad, revisaba las cámaras de su revolver para asegurarse de que todas estuviesen llenas. Mas de uno, en una situación similar, se hubiesen pegado un tiro en esas circunstancias. Pero el pistolero era diferente. Su serenidad y su paciencia, eran cualidades que mas de un caza-recompensas desearía tener. Unos ruidos entre la niebla llamaron especialmente su atención. Los reconoció como el relinchar de varios HorTec. No lo pensó dos veces y apagó la fogata lo mas rápido que pudo.

   Por un momento, los caballos mecánicos se detuvieron por unos instantes. El silencio era sepulcral, y las criaturas podrían aparecer en cualquier momento ante la ausencia de luz. Muchos disparos se oyeron a la lejanía, entremezclados con los gritos de varios hombres y ciertos rugidos, todos desconocidos para el pistolero. Se acercó con suma cautela a su caballo, listo para salir corriendo en caso de haber problemas. A unos metros de él, el pistolero distinguió a un jinete bastante alterado. Giraba en todas direcciones con su HorTec, como si no supiera que hacer. Era uno de los hombres que le seguían la pista al gran Slayer, pero se había quedado solo.


   El pistolero, silencioso como un cuchillo, apuntó su arma hacia el temeroso muchacho, que aún no se había percatado de su presencia. El disparo fue sonoro y debió oírse a unos cuantos kilómetros. Slayer maldijo para sus adentros, pues el tiro había impactado en la espalda del sujeto, cuando éste apuntaba a la cabeza. Tomó su respectivo caballo y se paró en seco junto al chico moribundo. Una mezcla de indignación y furia se dibujó en el rostro del joven, quien impotente, trató de alcanzar a su atacante con sus manos, sin éxito. El pistolero volvió a apuntar, y tras tirar del percutor, la vida de aquel hombre se desvaneció con un solo movimiento de la muñeca. Esa noche fue bastante difícil, pues el pistolero tuvo que pelear con varios monstruos para huir de los Terrenos Inexplorados. Al final, sobrevivió para respirar el aire nocturno por un buen rato.


CONTINUARÁ...

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